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Las empresas reconocen que la
formación es una de las principales herramientas
para gestionar el conocimiento. |
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Hoy en día, la gran mayoría
de actividades de formación rara vez alcanzan
su objetivo de cambiar el comportamiento de los
asistentes debido a que consisten básicamente
en la transmisión de contenidos en aulas
pasivas. La mala formación tiene graves consecuencias. |
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Muchas de las actividades de
formación que se imparten al interior son
lideradas por expertos internos que cuentan con
gran experiencia y conocimientos técnicos
pero escasas competencias para transferir su know
how a los asistentes a los cursos. El acceso a los
expertos es difícil (tienen poco tiempo)
y tienen escasos incentivos para compartir. |
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Esto genera una enorme heterogeneidad
en las actividades de formación, un desigual
nivel de calidad y en general una ausencia de procedimientos
estructurados que permitan sacar todo el provecho
de los esfuerzos realizados. |
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Para que los expertos de una
empresa puedan diseñar actividades de capacitación
que realmente entreguen valor y permitan a los asistentes
transferirlas a sus actividades cotidianas, es imprescindible
capacitarlos. |